Si llevas un tiempo haciendo fotos, y no sabes para que sirve cada botoncito, mi consejo es ¡agarrá el manual! y comiences a leerlo y a probar cada cosa que trae aunque nunca lo vayas a usar. Cuando no sabes cómo funciona tu cámara, pueden suceder dos cosas. Una, que al momento de querer capturar ese momento clave, no sepas como configurarla correctamente y rápido. Lo otro que puede pasar, es que si estás retratando a alguien, por ejemplo, pases más tiempo mirando la pantalla que intentando conectar emocionalmente con tu sujeto y eso al final del día, cuando empezas a revisar la producción de esa sesión, se nota.
Conocer como funciona también es conocer sus limitaciones. Las limitaciones son grandes disparadores de la creatividad. Entender que con una cámara podes hacer una cosa y no la otra te ahorra el tiempo que perderías intentando obtener resultados que nunca podrás lograr. Te fuerza a elegir otros caminos creativos o a sacarle el mayor partido posible a eso que le falta. Por ejemplo, una cámara que tiene una muy pobre performance cuando hay poca luz te puede servir para explorar al máximo las escenas bien iluminadas, o para aprovechar esa baja performance como recurso creativo.
Sin comentarios